LONGEVIDAD

Redondilla

El camino que nos lleva

y nos trae por la vida,

es el que siempre se cuida

de hacérnosla más longeva.

C. Abril C.

De Zurrapas


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DEJÉ AHÍ

Soneto

Dejé ahí el olivar y la dehesa,

dejé el prado y la sierra pedregosa,

 también dejé mi infancia tan gozosa

y a mis sueños encima de una mesa.

Dejé mi verbo, dejé mi mirada

y a la brasa crepitar malherida,

dejé a mi sombra de una sacudida,

dejé mi mente confusa y turbada.

Dejé ranas croando en el pozanco,

libélulas danzando en el barranco

y a mariposas blancas de la suerte.

Tórtolas dejé arrullando en la encina

y grillos locos cantando en mi esquina.

¿Cuanto daría ahora por tenerte?

C. Abril C.


De Terrones pardos

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NAVEGANDO

Prosa poética

Aquélla noche,

ahíto de histerias laborales,

cuando navegaba a través de ese océano

que tanto vómito le ocasionaba,

divisó de pronto a tu faro

haciéndole un guiño desvergonzado.

No lo dudo ni un instante,

gobernó su nave hasta el puerto que tú le indicaste

y nada más arribar,

te encontró fingiendo ser,

dominadora de marineros urgidos

y lobos de mar con el afecto en precario.

Tomasteis unas copas,

tus palabras fueron desvistiéndote el alma,

 a la segunda,

ya estabas allí ante él

con ella completamente desnuda.

Ello evidenció

lo que nada más leerte presintió

y que…

navegaciones posteriores corroboraron.

Que eres un ser maravilloso

y con un corazón…

¡sin trampa ni cartón!

C. Abril C.


De Migajas de Afrodita

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EL QUE ESPERA DESESPERA

Redondilla

La envidia todo lo encona,

el miedo todo lo altera,

el que espera desespera

y el que da siempre perdona.

C. Abril C.

De Zurrapas


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COBARDÍAS

Canción provenzal

No me recuerdes los días

que llevamos padeciendo

esta ausencia de alegrías

que tanto mal está haciendo.

De qué me vale tu pena

si todos los días lloro

cuando a tus besos añoro

en medio de esta condena.

Porque tus culpas son mías,

por eso yo si comprendo

estas grandes cobardías

que nos están destruyendo.

C. Abril C.

De Luna rota

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EN LA SIESTA

Serventesios

Cuando más se entonaban las chicharras

y no se nos movía ni el flequillo,

dejábamos la sombra de las parras

para irnos a la fuente del membrillo.

Los gorriatos trinaban en la higuera,

por lo alto planeaban golondrinas,

y debajo de la vieja morera

preparábamos rudos tirachinas.

Y dejando a más de uno cojitranco,

formando alguna que otra trapatiesta

o trillando la grama del barranco,

se nos iban las horas de la siesta.

C. Abril C.

De Terrones pardos

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NECEDAD

Octava real

Que todos los caminos van a Roma

discurriste aquél día de verano,

y en las horas cuando el sol se desploma

asolando los frutos de secano,

tú tomaste el que sube por la loma

presionando el cayado con la mano.

Y ahora que rompiste los zapatos

te das cuenta que son los mentecatos.

C. Abril C.

De Bajo este cielo

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CAMINO

Quintilla

Por este camino vamos,

por el que nunca volvemos,

ni siquiera lo intentamos

porque de sobra sabemos

que al pisarlo lo matamos.

C. Abril C.

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FALACIAS

Coplas de pie quebrado 
(sextillas manriqueñas)

Lo estuvieron pregonando,

defendemos el ideal

socialista,

y fueron modificando,

consiguiendo congelar al

pensionista.

Es del riesgo de la prima

¿o al revés? no lo recuerdo.

¡Florituras!

que toda esta gente esgrima

levantando el puño izquierdo.

¡Caraduras!

C. Abril C.

De Bajo este cielo


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CUANDO JURAS

Lira

Si te miro a los ojos

cuando juras y perjuras franqueza,

te afloran los abrojos

ajando tu belleza

y abarrotando los míos de tristeza.

C. Abril C.

De Luna rota  

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DE POSTIZO

  

Espinela

Qué por ahí van diciendo

lo poco que me interesas,

en privado me confiesas

mientras estamos yaciendo.

Eso me está ya aburriendo

porque arruinas el hechizo,

y parece de postizo

este enorme sentimiento

que nos sirve de alimento

bajo este techo castizo.

C. Abril C.

De Luna rota


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LOBO DE MAR

Sonetillo

Llegaste presto a la vida

entre espuma reluciente,

desde entonces en tu mente

la mar es la más querida.

Siempre y a la misma hora

desde tus días de chaval,

como si fueras un chacal

recibes fiel a la aurora.

Y hoy recostado en la arena

contemplas a tu morena

juguetear con sus olas,

que en las rocas va rompiendo

sus crestas, reproduciendo

rumores de caracolas.

C. Abril C.

De Bajo este cielo

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ESTE SIN VIVIR

Haiku

Vente a la cama,

que soñaremos juntos 

este sin vivir.

C. Abril C.

De Niponerias


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A LO MEJOR

Prosa poética

Si alguna vez el cariño hacia mi

se te desborda por las orillas,

quizás la porosidad de mis manos

arruinen la recolección de ese afecto.

Si la benevolencia se hospeda en tu alma,

la mía tal vez ya no sea merecedora

 de tus buenas voluntades,

o, cuando encuentres naturales mis actos,

igual mi esencia ya no este ahí presente

para que puedas confortarla.

Aparca ya la mezquindad

que te está corroyendo las entrañas,

desabrocha los corchetes que te ciñen 

y concede a tu dignidad 

la sustancia necesaria para hacer sombra.

C. Abril C.

De Trenzando Abriles

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SE FUE

       

Soneto

Se te fue la ilusión a borbotones

atropellando en su ímpetu a la mía,

de tu rostro se te fue la alegría

y de mi boca, muchas evasiones.

Se ajaron tus flores en los balcones,

desmoronándose aquélla armonía

que adornó tanto tiempo la apatía

y despejó perennes nubarrones.

Te oí despotricar tras los telones

actuando con mofa y mucha ironía

en aquéllos actos bobalicones;

alojándose en ti: la felonía,

pensamientos pérfidos y traiciones,

convirtiendo tu hogar en mancebía.

C. Abril C.

De Luna rota

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RETIROS

Prosa poética

Me pides, que siga 

derramando mi numen en los papeles,

y sin embargo te marchas

de mis pliegos manuscritos.

¿Cómo quieres tú que escriba 

o que surja la inspiración de mis adentros?

si ya no siento tus palabras

ni tus silencios,

si ya no imagino la calidez de tus besos

ni la dulzura de tu sonrisa.

Incluso... hasta mis sueños

han dejado ya de proveer

sustento a mis fantasías,

y las traigo aquí

famélicas como pavesas.

C. Abril C.

De Luna rota


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