Octava de Pedro de Ocaña
Si viera a tu corazón con cerrojos,
o a la ira, de tu boca salpicando,
no andaría en la noche cavilando
escribiéndote versos a manojos.
Si no hubiera candelas en tus ojos,
no estaría a cada hora suspirando
por abrasarme en ellos algún día.
Ya ves tú, que alocada es mi osadía.
C. Abril C.
De Luna rota
(c)copyright
No hay comentarios:
Publicar un comentario