Prosa poética
No recuerdo ni el nombre que tenía,
sólo se que pasó por mi océano
igual que una nave a la deriva.
Gocé con sus vaivenes en mis aguas,
con su mirada orgullosa y altiva,
con el desparpajo que tenía su balanceo
e incluso, con el orgullo que ello transmitía.
Pero hoy...
Ya no recuerdo siquiera, el nombre que tenía,
sólo se que pasó por mi océano
igual que una nave a la deriva.
Y la olvidé sin quererlo, lentamente,
como a todas las cosas de la vida.
C. Abril C.
De Briznas de mi esencia
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