Octosílabos a voleo
Otro día más, amigo
hoy también un sofocón,
!Vaya tela qué castigo
con el del acordeón¡
Se abren las puertas del tren,
y se mete este gachó
diciendo no sé qué cosas
ajustándose al vaivén.
Trabajo yo no tiner,
tingo una mucha familia
y nada para comer.
Qué asco da la confianza,
el tío tiene tal panza
que jamás podrá correr.
!Signoritas y signores,
yo vengo de la Rumania
a tocaros su folclore¡
Ya te lo decía amigo,
quel Alexandru Nikolai
nos va a tocar lo que hay
más abajo del ombligo.
Con el rostro muy risueño
y los ojillos brillantes
teclea un tango porteño.
!Vaya, qué contradicción¡
en vez de tocar la doina
toca la misma canción,
me tiene ya hasta la boina
y con ganas de quitarle
su jodido acordeón.
De esta semana no pasa,
voy hacer una colecta
para que toque en su casa,
y su canción predilecta
no nos dé ya más la brasa.
Porque sino ya me veo
aprendiendo a bailar tangos,
y no estoy para jaleos.
C. Abril C.
De Jacarandoso
(c)copyright