Décima Abrileña
Abrazando las farolas
y besando los buzones,
llegaste al rompeolas
chapurreando canciones.
Aquéllos ojos marrones
tanto te habían esperado,
que se tornaron dragones
al verte llegar de lado.
Y el fuego de su arrebato,
te abrasó por mentecato.
C. Abril C.
De Luna rota
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