viernes, 23 de diciembre de 2011

MELANCOLÍA NAVIDEÑA


Prosa poética


Me he levantado esta mañana con la
melancolía queriéndome desayunar el alma.
Me asomé al balcón para que la brisa 
la azotara y desistiera,
pero agarrado a los barandales,
me encontré con que, incluso ella,
se había aficionado en este otoño
a la huelga de brazos caídos.


Intenté divisarte aya en el horizonte,
pero mis ojos andaban ya obnubilándose.


Aquí tengo: la familia, la casa, el trabajo,
tengo a mi vida desparramada por estos contornos
y los pliegues de mi frente
me han salido bajo este cielo,
pero... Te añoro tanto
que hasta me duele tu nombre cuando te nombro.


Los incipientes pasos que di
sobre tus piedras centenarias,
aún tintinean en mis adentros,
incluso aquél sonido que producían
las perneras del pantalón corto de pana
al contacto con mis muslos.


Cuanto añoro aquél olor a pan recién hecho,
al tañido de las campanas
o al crotorar de las cigüeñas.


Traigo hoy la tristeza tan boyante,
que si la hiciera pública
sobre la pista de un circo,
hasta el domador de leones
se me echaría a llorar.


C. Abril C.


De Inquietud permanente


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