Soneto en verso blanco
Peinando las canas frente al espejo
con briznas de afán saltando en tu cara,
se te va el afecto e incluso las ganas,
y se nublan los rasgos que te adornan.
Llegan los días sin traerte nada,
se van los años dejándote todo,
calla tu risa y la voz que te llama,
se muere la vida ahíta de hastío.
Lloran los ojos que un día te vieron,
y tras el oficio frío y silente
hablan las bocas que estuvieron mudas.
Y los perros que antaño te ladraban,
ya no ululan tu ausencia de hace poco
porque andan repartiéndose los huesos.
C. Abril C.
De Bajo este cielo
(c)copyright
No hay comentarios:
Publicar un comentario