Octosílabos a boleo
!Fíjate madre que alhaja¡
qué facha tiene el gachón
con la petaca en la faja.
Y la colilla apagá
entre esos dientes marrones
parecios a los terrones
que estripa en el enciná.
Con la boina hasta las cejas
y la chambra percudía,
de acederas y collejas
que anda zampando tol día.
¿Y el palique que me gasta?
Cuando me viene a buscá
pa dá un paseo en la plaza,
trae puesta la mordaza
y no se le escucha ná.
Y de pagá, ni te cuento,
se gasta menos el menda
que en novelas un jumento.
Ni tan siquiera una fanta
o una bolsa de patatas,
este sólo se atraganta
bebiendo en las regatas.
Con razón vuelvo pa casa
con el gañote más seco
que el ojo de la Tomasa.
Cuando llame ese borrico
y sin abrir el postigo
para no verle el jocico
!cucha bien lo que te digo¡
con rigor y desparpajo
voy a mandarlo al carajo
porque me tiene hasta el jigo.
Fíjate tú !Vaya pieza¡
Ni jarta de trabajá
voy a perder la cabeza.
C. Abril C.
De Terrones pardos
(c)copyright
Obra escrita en el peculiar habla (bajo extremeño) que tiene los habitantes de una amplia zona del sur de la provincia de Badajoz y norte de las de Córdoba, Huelva y Sevilla, en plena Sierra Morena occidental y sus estribaciones.
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