Prosa poética
!Quien dijo, que amarla a ella es un pecado¡
¿Quien habrá sido?
Si amarla lo es,
me sublevo,
y así de esta manera yo lo digo:
si anhelar hasta su último cabello,
saborear su esencia
aunque no esté conmigo,
o extasiarme con ella
es un pecado,
soy un pecador,
está asumido.
Si tocar su cuerpo en la penumbra
y ser los dos,
uno en el gemido,
accediendo a ella
sin descanso y sin apuro
hasta alcanzar la unión con lo divino.
Si todo esto y más es un pecado,
yo... Soy un pecador,
!está asumido¡
C. Abril C.
De, Migajas de Afrodita
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