jueves, 28 de julio de 2011

NAVEGANDO

Prosa poética


Aquélla noche,
ahíto de histerias laborales,
cuando navegaba a través de ese océano
que tanto vómito le ocasionaba,
divisó de pronto a tu faro
haciéndole un guiño desvergonzado.

No lo dudo ni un instante,
gobernó su nave hasta el puerto que tú le indicaste
y nada más arribar,
te encontró fingiendo ser,
dominadora de marineros urgidos
y lobos de mar con el afecto en precario.

Tomasteis unas copas,
tus palabras fueron desvistiéndote el alma,
 a la segunda,
ya estabas allí ante él
con ella completamente desnuda.

Ello evidenció
lo que nada más leerte presintió
y que…
navegaciones posteriores corroboraron.
Que eres un ser maravilloso
y con un corazón…
¡sin trampa ni cartón!


C. Abril C.


De Migajas de Afrodita


©copyright

No hay comentarios:

Publicar un comentario