viernes, 14 de septiembre de 2012

A LA NANA, NANITA



Cuartetas y seguidillas

I

Siempre le escondo la vista
madre, cuando vuelve a casa,
no vaya a ser que dé pista
de la traición que me abrasa,
o por si alguien ha contado,
que me vieron en el huerto,
con el pelo alborotado
y el corpiño medio abierto.
Él, vendimiaba entretanto
en las comarcas vecinas,
quería comprarme un manto,
la cómoda y las cortinas.

Y me sale echando cuentas,
que la criatura que viene
lo hará con muchas afrentas,
porque esto no se sostiene.

II

¿Qué importa si el sol no sale
o si traspone la luna?
con tal que nadie señale
el origen de su cuna,
ni critiquen esa nana 
que le cantarás a solas
¿qué importa si la campana
enmudece caracolas
 cuando toca a fallecido?
Tranquila y no desvaríes,
que si no es de tu marido
lo vital es que lo críes.

III

A la nana, nanita,
nanita, nana,
qué linda y qué bonita
mi niña Juana.

A la nanita, nana,
nana, nanita,
ya tiene una semana
en su cunita.

¿Si su padre viniese, 
a verla un día
antes de que creciese?
se alegraría,

porque dice mi madre
por lo bajico,
que es igual a su padre
cuando era chico.

A la nana, nanita,
nanita, nana,
se le ve en su carita
flor de hortelana.


C. Abril C.


De Terrones pardos


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