Tercerillas y redondillas
En Toronto y en Sevilla
se dice de igual manera,
de tal palo, tal astilla.
Sólo tienes un borrico
y un perro que ni te ladra,
un padre que te taladra
con eso del novio rico.
Y tanto lleva buscando,
que esta mañana en la huerta
oyeron hacerle oferta
al burro que iba montando.
Pero le has dicho que nones,
que tú quieres un caballo,
y en vez de perro un gallo
con dos buenos espolones.
Y a estas alturas del cuento
con el caminar cansino,
de aquél unicornio albino
sólo queda ese jumento.
En Sevilla y en Toronto
se dice de igual manera,
dame pan y dime tonto.
C. Abril C.
De Terrones pardos
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