miércoles, 21 de agosto de 2013

AMOR AJENO



Pentasílabos y heptasílabos


Asomada al postigo
de su ventana,
ése era su castigo
cada mañana.

Porque ella ansiaba,
verlo sobre su jaca
cuando trotaba.

Recuerda la alharaca
y el gran estilo,
luciendo su casaca
de verde hilo.

O aquél pañuelo,
qué anudado a su cuello
era un señuelo.

Y a su cabello
negro, con caracolas,
que era tan bello
cómo playa con olas.

Y la embobaba, 
en extremo su hombría
cuando pasaba.

Pero aquél hombre
no le pertenecía,
y era su nombre
lo que más mal le hacía.

!Cómo sufría,
cada vez que su boca
lo repetía¡


C. Abril C.


De Terrones pardos


(c)copyright

No hay comentarios:

Publicar un comentario