Décima Espinela
En recuerdo de Calderón de la Barca
Cuentan de un pobre que un día
tan zarrapastroso estaba,
que el calzón no le llegaba
y el culo se le veía.
¿Habrá otro, él se decía,
más miserable y mendigo? ;
y al asomarse al postigo
halló la respuesta, viendo
que otro tenía de atuendo
sólo el cuello del abrigo.
C. Abril C.
De Zurrapas
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