miércoles, 19 de febrero de 2014

EN LO MEJOR DE LA VIDA


Soleares y redondillas


Tiene una pena tan grande,
que se le escucha en su pecho
cuando transita la calle.

Suspiros y más suspiros
salen de sus entretelas,
crepitando cual candelas
e hiriendo como los tiros.

Y en su triste deambular,
va donando por doquier,
un poco de su querer,
y un mucho de su pesar.

Qué vida más traicionera,
el junco de su esperanza
lo segó la carretera.

Dicen que ayer no la vieron
vagar por las callejuelas,
arrastrando esas chinelas
que los reyes le trajeron.

Dicen que, parece ser,
que alguien la vio por el río
con el único atavío
que traemos al nacer.

Y llevan ya todo el día,
rebuscando en las riberas
con pértigas y jauría.

No pudo cerrar su herida,
le arrebataron su hijo 
en lo mejor de la vida.


C. Abril C.


De Bajo este cielo


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