martes, 4 de febrero de 2014

MIENTRAS VIVA



Prosa poética

Sabes muy bien que ya no recuerda:
las pecas de tu cara,
el fulgor de tu mirada, 
o aquéllas trenzas pelirrojas
resaltando sobre la rebeca de hilo blanco,
que solías vestir los domingos en primavera.
Sabes de sobra que ya no recuerda tu nombre,
ni las veces que tú pronunciaste el suyo.
Sabes también que toda esa desmemoria por su parte,
no fue suficiente para perder un instante en evocarlo.
Porque tu recuerdo siempre se resistió a usar la lex talionis.
Desde entonces, desde aquéllos días,
ninguno de ellos ha estado huérfano de su remembranza.
Hoy, asomándote al espejo,
los cabellos taheños, que relumbraban
como el oro fundido en crisoles,
se te muestran cinéreos en su conjunto.
Tu rostro bosqueja un conato de sonrisa,
imaginando, que aquéllos bucles castaños
hayan corrido la misma suerte.

Y, se oye una copla furtiva
que te llega desde fuera...
!Te he de querer mientras viva,
compañero, mientras viva,
y hasta después que me muera¡


C. Abril C.


De Briznas de mi esencia 


(c)copyright 

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