Desde tus ojos a mis ojos,
letras de oro perfilan,
a este cariño que asilan
tras candados y cerrojos
Por eso cuando los miro,
el éxtasis me envuelve,
y mi corazón resuelve
declamar con un suspiro.
Porque así yo me traslado
al tiempo en que sonreía
y de tu boca bebía
tu néctar almibarado
Hoy, a pesar de desearte,
lo que más dolor me da…
¡que me olvidé de olvidarte!
C. Abril C.
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